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Juan Pérez Gargallo

Aprovechando el tiempo

Aprovechando el tiempo

El fin de semana pasado no paré de hacer cosas. El sábado por la mañana  madrugué bastante para ver como todos los años a los ciclistas de la Quebrantahuesos.  Mi padre me recordó que mi yayo Toño también fue ciclista, mientras yo los veía llenar de colores las calles de Sabiñánigo.  Mi otro abuelo, Rafael, vino a ver la salida con nosotros y cuando acabó nos fuimos a comprar el almuerzo calentito a la Tahona y acompañamos al yayo un rato.   Luego me acosté un poco y después de comer, a mitad de la tarde, di un concierto variado en el comedor: toqué, entre otras cosas "La primavera de Vivaldi" y "El canto a la alegría de Beethoven".

El domingo después de desayunar salimos otra vez a comprar el pan y los periódicos, después bajamos a Pirenarium paseando y estuvimos un buen rato en su parque de madera, dimos una vuelta y al final entramos en la tienda, después de mirar casi todo lo que había, compramos un gorro naranja para el sol y nos fuimos a tomar unos aperitivos al bar Avenida.  Me encantaron las brochetas de sepia con la picada de ajo, perejil y aceite de oliva y el mosto tan fresquito con el calor que hacía.  

Después de comer llamamos a mi amigo Aléxis para pasar la tarde juntos.  Nos compramos un helado y nos fuimos a pasear por los miradores y jardines hasta el parque que hay frente al Hotel La Pardina,  luego nos fuimos a otro parque, el de los pirineos, recién asfaltado y con carril bici, y de allí a casa para jugar un poco con la wii, para tocar la guitarra, hacer tiendas de indios y cenarnos una pizza reina cada uno. A las diez y pico llego Esther, la madre de mi amigo y le hicimos esperar mucho  porque yo le había descubierto a Aléxis los helicopteros de papel y nos lo pasamos muy bien lanzándolos por el hueco de la escalera.  Cuando Aléxis y Esther se fueron a preparar las maletas para sus vacaciones, yo me fui a la cama, a repasar, mientras me llegaba el sueño, el montón de cosas que se pueden hacer en un día aprovechando bien el tiempo.  Al día siguiente, el padre de Aléxis, Esther y Aléxis se fueron con su abuela a Lanzarote. Espero que se lo estén pasando muy bien. 

Sabiñánigo, 28 de Junio de 2010

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